Jueves, 30 Noviembre, 2017
Histórica fuente de vitamina C y de jugos frescos a la hora del desayuno y el café, la naranja es la fruta preferida del paladar arge
ntino. No lo dicen solo los vendedores particulares, sino también las estadísticas. En promedios por año, cada habitante consume entre 13 y 15 kilos anuales de naranjas, según datos de la Federación Argentina de Citrus (Federcitrus), que nuclea a las empresas productoras del sector cítrico. La manzana, que viene en segundo lugar, ronda los 7 kilos por persona. Casi la mitad.
“¿Por qué gusta tanto la naranja? Por el jugo fresco. Empieza el calor y empieza a verse en las playas, las confiterías. No es la estacionalidad, porque los cítricos son fruta de invierno, pero en el verano hay mayor oferta”, explica Mario Peralta, Ingeniero Agrónomo del Mercado Central de Buenos Aires, y un especializado en tema cítricos. Según datos recopilados por el Mercado Central, uno de cada cinco kilos de fruta que se venden en el Mercado al año son de naranjas.
A la hora de armar una dieta para adelgazar, se suele recomendar incluirlas por las pocas calorías que tienen. Además traen ácido fólico, potasio y calcio, es antioxidante y es beneficiosa contra la radiación solar ultravioleta. Pero el principal aporte es el de la archiconocidísima Vitamina C, que contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario aunque, contrario al mito, no es particularmente beneficioso para prevenir los resfriados. Según un estudio publicado en la revista The Cochrane Library, la confusión nace en los ‘70 por el Premio Nobel de la Química y la Paz, Linus Pauling, que escribió un libro titulado La vitamina C y el resfriado común, con conclusiones a las que otros 29 estudios posteriores no han terminado de confirmar.
En 2016, se produjeron en Argentina 1.032.446 millones de toneladas de naranjas, de las cuales un 60% se destina a satisfacer el consumo interno, mientras que otro 28% se destina a industrialización, donde se destacan los jugos envasados. Además se exporta en fresco un 12% de la producción, lo que coloca a la naranja en cuarto lugar detrás de la pera, el limón y la manzana. Aunque los dos mayores compradores de fruta fresca son Paraguay y España, uno de los destinos que se destaca es Holanda, que importa una gran cantidad de jugo envasado. Es decir, que en el país de la naranja mecánica y el principado de Orange, la que se busca es la naranja argentina.
Entre Ríos (404.743 tn) y Corrientes (304.206 tn) son las plazas más importantes de producción, seguidas por Jujuy (161.460 tn). Las zonas de producción más destacadas son el noroeste, de clima más cálido, donde las naranjas maduran antes, marcando las llamadas zonas de primicia. A pesar de que existen una gran variedad de naranjas, se pueden dividir en dos grandes grupos: Las comunes, buenas para el jugo, o las de ombligo, también conocidas como ‘de mesa’. En esta época de calor, empieza a bajar el ingreso de las ‘ombligueras’.
Pero más allá del interior, hay una enorme riqueza en la cáscara y en el hollejo blanco que se encuentra antes de la pulpa “Esa parte es rica en calcio, pectinas y pectates. Las vesículas que salen cuando se abre la cáscara se concentran para despedir aceites esenciales, y eso tiene muchísimas propiedades y usos, como perfumería o licores” agrega Peralta. Una fruta con propiedades como para hacer jugo, y algo más.