Lunes, 18 Marzo, 2024

SENASA realizó un control de documentación de uvas que ingresan al Mercado Central

Con el objetivo de verificar que las partidas en fresco, que proceden de San Juan y Mendoza, cumplan con la documentación que acredita la requisitoria vigente, especialistas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) junto con personal de la Corporación Mercado Central de Buenos Aires, realizaron inspecciones de documentación de uva, en los Pabellones de venta mayorista.

En el marco del Programa Nacional de Prevención y Erradicación de Lobesia botrana (“la polilla de la vid”), especialistas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), en conjunto con personal de la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires, realizaron por segunda vez inspecciones en los Pabellones de venta mayorista, específicamente en puestos que comercializan uva, para verificar que las partidas en fresco, que proceden de San Juan y Mendoza, cumplan con la documentación que acredita la requisitoria vigente.

En representación del SENASA, participaron de la actividad el responsable de la oficina del SENASA en el Mercado Central de Buenos Aires, Ing. Lucas Aguilar, y el supervisor de Inocuidad y Calidad de productos vegetales, Ing. Carlos de Diego. También, en representación del Mercado Central, participaron del Departamento de Inspección, Martín Collazo y del Departamento de Gestión de Calidad, Ing. Tania Herbas Vargas, ambos dependientes de la Gerencia de Calidad y Transparencia del Mercado Central de Buenos Aires.

La polilla de la vid, es una plaga de importancia cuarentenaria para la República Argentina que se encuentra bajo control oficial y ataca principalmente el cultivo de vid. Dicha plaga produce daños directos provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta, afectando además la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación.

En uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos (daños indirectos). Además, la uva de mesa con destino a exportación debe dar cumplimiento con tratamientos cuarentenarios internacionalmente aceptados que elevan el costo de producción.

En este sentido, el recorrido a los puestos que comercializan uvas, se efectuó para verificar el cumplimiento del Documento de tránsito vegetal electrónico (documento conjunto entre AFIP y SENASA, que avala el transporte de productos de origen vegetal) y, por ende, un control de inocuidad de las uvas en el final de la cadena, en relación a la “polilla de la vid”.

Teniendo en cuenta que el consumo de uvas es masivo, el alimento no debe producir enfermedades, por lo tanto, se habla de salud pública. Resulta necesario conocer el origen para poder, en caso de que surgiera un problema a la salud pública que es el tema de inocuidad, frenarlo a tiempo.

¡Celebramos estas acciones en conjunto y agradecemos la visita de SENASA al Mercado Central de Buenos Aires y la colaboración de los operadores mayoristas!