Viernes, 28 Julio, 2023
Algo de historia
Estas hortalizas acompañan al hombre desde hace miles de años. Los datos que se conocen confirman que los humanos ya las consumían en el año 3 mil antes de Cristo en la zona que hoy ocupa Afganistán.
Las zanahorias son de color naranja. Esta sentencia, que parece una verdad inamovible, en realidad no es del todo cierta. Si bien ya había sido reconocida por los griegos y los romanos, eran diferentes en color, particularmente. A partir del siglo XVII tuvieron aparición las primeras zanahorias de color naranja. Para esto, hay una historia para explicar ese cambio.
Aquellas zanahorias no eran naranjas, sino que su color era morado oscuro, las que, poco a poco, los comerciantes árabes llevaron las semillas de esta planta a las regiones de África y Oriente. Así aparecieron nuevas variedades blancas, amarillas o rojizas, todo lo opuesto al naranja resplandeciente que conocemos en la actualidad.
Este no surgió hasta el siglo XVI, gracias al fervor patriótico de los holandeses, que permitió un nuevo cruce para la aparición de unas zanahorias con más betacaroteno que lucían un color anaranjado.
Los agricultores de ese país decidieron mantener esta variedad en honor de su rey, Guillermo de Orange, quien lideraba la guerra de la independencia contra España.
Los Países Bajos eran el principal productor mundial de zanahorias, así que, poco a poco, las de color naranja se convirtieron en casi las únicas que podemos encontrar en el mercado.
Pero quizá por aquello de que lo 'vintage' está de moda, en los mercados más gourmets empiezan a verse de nuevo las 'viejas' variedades de zanahoria. Cuestión de gustos... y de colores.
En la actualidad, de las variedades más producidas, el 80 por ciento son de tipo nantesa, mientras que el resto se corresponde a las más antiguas, que son las variedades chantaney e híbridos.
Zonas de producción
Según el departamento de Estadística y Transparencia del Mercado Central de Buenos Aires, de Mendoza proviene el 39, 5 por ciento de la producción, por lo que se trata de la provincia que más zanahoria cultiva y se traslada al Mercado Central. Luego le sigue Santa Fe, con una producción del 30, 5 por ciento, y en menor medida Buenos Aires con un 17 por ciento, Santiago del Estero con el 9,6 por ciento. Por último, desde Brasil se importa el 2 por ciento para compensar los faltantes de oferta.
En total, durante el año pasado se exportaron 3.246,00 toneladas y, hasta el momento, en lo que va del 2023 se alcanza a exportar una media de 3.103 toneladas, lo que indicaría que, al finalizar el año, se supere el índice de exportación de esta hortaliza.
En diálogo con Dante Pontoni, productor de zanahoria en Mendoza y operador del Mercado Central, sostuvo que “se trata de una siembra muy particular, ya que Mendoza cuenta con un suelo desértico, y contamos con oasis de cultivos en donde es complicado producir porque no se cuenta con suficiente humedad”. Remarcó, también, que por ese motivo deben contar con diferentes sistemas de riego para poder sembrar dos veces en el año.
Por otra parte, remarcó que el volumen que producen y trabajan es de, aproximadamente, 250 y 350 hectáreas al año y el 80 por ciento de lo producido va destinado al Mercado Central para su comercialización.
Desde ya que los ingresos al Mercado Central, según las zonas de producción, tienen que ver con la temporada. Zanahoria se encuentra todo el año, pero tiene momentos más fuertes respecto a la oferta que se presenta.
Durante el período de enero a mayo, la media establece que los mayores ingresos provienen de Mendoza y Buenos Aires. A partir de junio, comienzan los arribos de Santa Fe, que se fortalecen junto a Santiago del Estero hasta el mes de noviembre, ya que Mendoza en esos meses no tiene temporada de cosecha.