Jueves, 1 Diciembre, 2016
Además, se recomienda consumir siempre los productos dentro de los cuatro días en que fueron comprados, ya que se trata de alimentos perecederos.
Para mantenerlos en buen estado deberán conservarse limpios en la heladera.
Vale la pena remarcar la importancia de contar con utensilios igualmente higienizados para la preparación del producto.
Es aconsejable frotar las cáscaras duras y rugosas, y las verduras en general, con un cepillo, para ayudar a limpiar la tierra que pueda quedar entre los pliegues.
El lavado se hace con considerable cantidad de agua, y en particular cuando se trate de verduras de hojas. El vinagre es otro elemento quepuede complementar. De todos modos, no excederse en el remojo por más de diez minutos, ya que una vez transcurrido dicho período de tiempo se pierden los nutrientes, en especial las vitaminas solubles en agua. Dos ejemplos claros de esto pueden comprobarse en los tomates y las cebollas: El primero se deteriora con más de cinco minutos sumergidos en agua, y las cebollas se reblandecen demasiado, con el consiguiente deterioro pasados los dos minutos.