Viernes, 12 Abril, 2019
Son jornadas de mucho movimiento debido al aumento del volumen de consumo que se diferencia del resto del año y, si bien la tradición ha ido variando con los años, la afluencia de público a la Nave de comercialización de pescado del Mercado Central de Buenos Aires sigue siendo muy grande durante Semana Santa.
Por estas razones, el pabellón de pescados y mariscos del Mercado Central estará abierto al público minorista en horario especial los días miércoles 17, jueves 18 y viernes 19 de 7 a 15 horas. Además, abrirá en su horario habitual de los Sábados de 6 hs. a 14 hs.
Hugo Palópoli, Jefe del Sector Veterinaria de la Gerencia de Calidad y Tecnología del Mercado Central de Buenos Aires, en una de sus habituales charlas en FM Mercado 90.9, señaló que el pescado es un producto extremadamente rico en omega 3 y que a veces no tiene la verdadera valoración nutricional que debería.
Muchos son los consejos que escuchamos de boca en boca acerca de los cuidados que debemos tener al momento de comprar pescados o mariscos. En esta oportunidad Palópoli nos sugiere algunos tips a tener en cuenta.
Respetar la cadena de frío es el indicador más importante. También hay que comprar siempre en lugares que nos brinden confianza y que al exhibir el producto en las bateas lo hagan con abundante hielo en escamas para mantener la temperatura en cero grados. A su vez, si vamos a comprar un pescado entero hay que tener en cuenta que los ojos se vean brillantes, que esté limpio, como si estuviese vivo, sin manchas, que su carne se hunda y vuelva a la posición si lo tocamos, y que no tenga olor fuerte.
En el caso de comprar calamar, por ejemplo, hay que fijarse que tenga un color grisáceo si es fresco o marrón si está freezado. Además, tiene que tener una apariencia húmeda, llena de puntitos marrones y que los tubos sean de un color blanco perlado al cortarlos.
Para su conservación en la heladera, puede mantenerse por no más de 48 horas. Si queremos congelarlo, su duración es de seis meses. Se debe evitar descongelar y volver a congelar los pescados y mariscos. Al descongelarlos, no hacerlo a temperatura ambiente y, una vez preparados, consumirlos lo antes posible.
Un dato relevante es la importancia del consumo de pescado en los más chicos, algo que a veces evitamos por temor a las espinas. Para lo cual Palópoli sugiere ofrecerles pollo de mar, abadejo o tiburón, todos ellos muy ricos y libres de espinas.