Miércoles, 6 Septiembre, 2023
De nombre científico Solanum melongena, la berenjena es un cultivo bastante antiguo, incluso desde hace más de 2 mil años a.C., es el fruto de una planta perteneciente a la familia de las solanáceas como el tomate, el pimiento o las patatas. Se trata de una hortaliza muy apreciada en la cocina, ya que es una base de numerosas preparaciones en el mundo.
Aunque la temporada de mayor auge es durante fines del invierno, se puede encontrar berenjena durante todo el año.
El ingeniero agrónomo del Mercado Central de Buenos Aires Alberto Beraja sostuvo que “se trata de un producto totalmente estival, ya que requiere altas temperaturas para su cultivo”.
También explicó que, actualmente, los ingresos al Mercado Central provienen del norte (Salta y Jujuy), algo de Corrientes, junto a Santa Fe, que también es una de las zonas productoras, en particular durante el invierno. Por otra parte, durante el verano provienen del cinturón verde de Buenos Aires y completan la oferta ingresos, importaciones, provenientes de Brasil.
Existen tres variedades de berenjenas: las violetas, que es la que vemos habitualmente; la variedad jaspeada o veteada, entre violeta y blanco; y la blanca. Esta última es la más suave, entre las variedades que mayormente se comercializan.
Se caracteriza por ser un producto formado principalmente por agua y por tanto con muy pocas calorías. “Su valor energético y nutritivo es pequeño comparado con otros frutos, verduras y hortalizas”, remarcó Beraja. También aclaró que contiene escazo nivel de hidratos de carbono, proteínas y minerales, ya que el mayor componente es el agua, en un 92 por ciento de su composición. El mineral más abundante que contiene es el potasio y, en pequeñas cantidades, fósforo, calcio, magnesio y hierro. También cuenta con vitaminas A, B1, B2, B3 y C.
Respecto a la madurez del fruto, Beraja sostuvo que la semilla, si es grande, por lo general data de un producto que está pasado de maduración, al igual que si presenta una piel rugosa u opaca.
Para la conservación, el ingeniero sugirió no lavarla ni cortarla, ya que es más fácil que se oxide la pulpa, y guardarla en una bolsa dentro de la heladera, lo que procura que perdure entre cinco a seis días.
En esta temporada podés encontrar actualmente una amplia oferta de berenjenas en el área transaccional del Mercado Central de Buenos Aires.