Jueves, 29 Diciembre, 2016
Según la primera estimación del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la cosecha del país sería de entre 20,17 millones y 22,34 millones de quintales de uva, entre un 17% a 29% superior a la registrada en 2016, de 17,28 millones de quintales.
La provincia que, se espera, recupere más la producción será Mendoza, la más afectada este año, con una baja de 40% contra 2015.
Esa magra cosecha por factores climáticos llevó a duplicar los precios de la uva, tras años en los que no se habían ajustado prácticamente por sobrestock.
Su cosecha aumentaría un 35% y hasta un 50% en la estimación de máxima, a 13,8 millones o 15,3 millones de quintales, frente a los magros 10,19 millones de quintales de este año, la peor cosecha de los últimos 56 años.
La caída de consumo de este año ayudó, en parte, a compensar el menor stock de vino existente pero, de todos modos, algunas bodegas que elaboran grandes volúmenes tuvieron que importar casi unos 3,2 millones de litros de vino (el 90% de Chile).
De todos modos, esa cantidad implica sólo el 0,33% del vino elaborado este año, según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, lejos de las importaciones de 2010, cuando se compraron 29 millones de litros ante una cosecha también escasa.