Miércoles, 5 Julio, 2017
La naturaleza nos provee de frutas, verduras y hortalizas en la estación y clima que nos encontremos. Una dieta rica y saludable requiere dedicación y conocimiento. Los alimentos propios de cada estación, pueden convertirse en una dieta más variada y nutritiva, y con un sabor más destacado.
Las frutas y verduras de cada estación, tienen sus características propias. Las del verano, contienen mucha agua, más vitamina C, y las de la primavera, aportan otras vitaminas, que tienen que ver justamente con la variedad de sus colores y el empuje de crecimiento con la que las beneficia la tierra.
Sucede que cuando elegimos comer productos de cultivos de invernaderos, sus cualidades nutricionales, sabor, olor y textura no son las mismas. También influye que sea recogido antes de tiempo, el grado de madurez influye en la cantidad de azúcares y en buena parte de su contenido vitamínico y mineral.
Cuando consumimos las frutas y verduras de la temporada, nos vemos beneficiados. Al ser las condiciones climáticas adecuadas para cada variedad, completan su calendario natural. Mantienen intactas sus propiedades y se puede disfrutar verdaderamente de su aroma, sabor y textura.
Los alimentos de estación suelen ser los más económicos. Al respetar su ciclo de reproducción, en el período concreto del año en que se desarrollan, estos productos aumentan su disponibilidad en el mercado. Por ende, aumenta la oferta, disminuye el precio.