Viernes, 14 Julio, 2017
¿Sabes que tenés que consumir mínimo tres piezas de fruta fresca al día? Así lo recomienda la Sociedad Argentina de Nutrición. Aunque parezcan muchas, si te organizas es fácil incorporarlas a tu dieta diaria. Por ejemplo, empieza con una pieza en el desayuno, como por ejemplo, una manzana. A media mañana o a la hora de la merienda, como colación podés sumar un kiwi o una banana y después de cenar, frutillas o peras de postre. Así de fácil es cuidarse.
Las frutas nos aportan agua, vitaminas, minerales, fibra y diferentes compuestos beneficiosos para el organismo. Por sus antioxidantes, previenen el envejecimiento prematuro de las células, dándote una piel más limpia, joven, suave y sana y mayor calidad de vida.
Consumidas a diario, las frutas nos ayudan a prevenir distintas enfermedades como problemas cardiovasculares, trastornos digestivos, algunos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas, además de colaborar en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad.
Son dulces, sabrosas, tienen pocas calorías y prácticamente nada de grasas saturadas (aquellas más perjudiciales para el organismo), por lo que son un buen capricho cuando tengas antojo de algo dulce. Las frutas nos producen sensación de saciedad al contener fibra. Además, su fibra nos ayuda a regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.
Una dieta saludable consiste precisamente en mantener el equilibrio. De esa manera, podremos disfrutar de comer frutas y verduras para mantener la energía y para desempeñar nuestras funciones básicas.