Martes, 29 Mayo, 2018
En un mundo cada vez más interconectado, los sabores viajan de un país al otro al igual que las personas. El boom turístico que despertó el sudeste asiático hizo que muchos viajantes empiecen a demandar esos sabores dentro de sus países. Allí aparece la Fruta del Dragón, una de las más famosas frutas de Tailandia, que se ganó un lugar en la costa Española, en Estados Unidos y que de a poco empieza a llegar a Argentina.
Por el clima tropical que requiere la planta, en nuestro país se cultiva en Formosa, especialmente en comunidades asiáticas que trajeron semillas de varios de los frutos más exóticos de oriente, como el Lychee o el Kiwano. La fruta del dragón se caracteriza por su color rosáceo y su forma, parecido a una flama de dragón, de donde toma su nombre.. Se puede comer fresca, en cubos en un bol de frutas, o directamente con una cuchara.
Para potenciar su sabor, se recomienda combinarla con otras frutas tropicales como papaya o sandía. O en un batido con un poco de jugo de limón. Es rica en vitamina C, aporta calcio, fósforo, hierro, y tiene alto contenido en agua y posee proteína vegetal y fibra soluble. Además, las semillas contienen ácidos grasos beneficiosos.