Martes, 19 Noviembre, 2019
El pasado 1° de noviembre en el Mercado Central de Buenos aires se realizó una charla de seguridad alimentaria dirigida a los comedores comunitarios que están inscriptos en el programa de donaciones y a la comunidad en general.
Los disertantes fueron María Cecilia Canet Leal, lic. en Tecnología Industrial de los Alimentos (Ministerio de Educación de la Nación); el ing. Agrónomo Camilo Polti (INTA Prohuerta); el ing. Agrónomo Juan Carlos Guarascio y el Técnico Agrónomo Roberto Irigoyen (ambos por el Mercado Central).
Entre los tópicos más importantes se hizo un repaso histórico de las cumbres mundiales de Roma en 1996 y de Río de Janeiro de 2012, donde los documentos finales establecían que debe haber disponibilidad de alimentos en cantidad y variedad, en forma física y económica, es decir deben poder ser adquiridos por las personas, además de cumplir con las condiciones de ser inocuos, nutritivos y deben respetar las preferencias culturales del pueblo destinado a consumirlos. También el objetivo de bajar la cantidad de gente con hambre con el aumento de la producción agrícola y el mejoramiento de distribución de alimentos.
En Argentina se desechan 16 millones de toneladas de alimentos, una gran parte de ese volumen, corresponde a las frutas y hortalizas.
Es necesario poner énfasis en bajar ese nivel de desechos en toda la cadena productiva y comercial, y en el Mercado Central se están haciendo esfuerzos al respecto. A través del Programa de Donaciones, en 2018 se han recuperado un total de 2.500 toneladas de mercadería desechada por la actividad comercial mayorista, con posibilidad de consumo.
A su vez para contribuir a la Seguridad Alimentaria es necesario poner esfuerzos en la educación nutricional, posibilitando el conocimiento de los alimentos, su manipulación y transformación a fin reemplazar los alimentos de baja calidad por los realmente nutritivos, para ello el Mercado Central cuenta con Capacitación en Nutrición y Cocina en el Aula Taller Móvil.
Por último es necesario un cambio de pensamiento en las personas para que adquieran capacidades y conocimiento para poder generar su propio alimento, por ejemplo a través de la promoción de las huertas familiares, urbanas y escolares, para ello se cuenta con el apoyo del Programa de Prohuerta del INTA.